Consejos para mejorar la comunicación con los adolescentes creando un espacio seguro de expresión, respeto y aceptación.
BY ADI LEARY
Licensed Marriage and
Family Therapist, LMFT
psychologytoday.com
(914) 365-0206
When dealing with adolescent children, parents and/or caregivers tend to feel a high level of anxiety about how to establish and maintain communication without compromising the role of caregiver. It is common for adults to fear losing control by granting greater autonomy to young people. In a desperate effort to control the situation, adults end up using correction methods such as shouting, criticizing, insulting, and hitting, which in the long run only encourage social alienation and a lack of communication.
The good news is that teenagers learn through direct observation. The caregivers become the model to copy. This allows modeling a type of communication that reinforces trust and strengthens the relationship with adolescents. Communication is promoted and it begins with respect and acceptance of the autonomy and individualism that young people naturally wish to develop during this transitional stage.
Tips to improve communication with teenagers creating a safe space of expression, respect, and acceptance:
Ask questions that are of interest to the adolescent and not necessarily of interest to you.
If they say, “Mom, I loved the singing class I took today.” Some parents might say: “I told you that you would like it! You should listen to me more often. Make sure you do not fail the class!” A better response might be: “Wow, it’s good to hear that you enjoyed the class! What did you like the most?”
This type of response demonstrates an attitude of recognition, acceptance, and reinforcement that the adolescent might reciprocate as a high level of interest and respect is modeled.
Avoid giving advice by judging and using comparison.
For example, if your child hears you say that someone started smoking and you add, “Don’t even think about doing that!” Without a doubt, your child will listen to what you said, but they will also learn not to talk to you about these things to avoid your judgement.
Use the bidirectional/mutual conversation mode in which each person shares personal and intimate information in an environment of acceptance without judgment.
Instead of demanding information or creating interrogation-type conversations like: What did you eat? Did you do your homework? Why have you not done what I told you? You can choose to tell an adolescent about what happened to you at work or a problem you had with your friend. In this way you become part of their life. Also, you can ask them for their advice or opinions. The teenager will get the message that if their opinion is important to the parent, then the parent’s opinion will also be valuable to them. You will indirectly model that they can come to you for advice.
Try to give less advice and ask if they want it.
The purpose here is to help teenagers develop self-reflection and motivate them to think for themselves. Use a soft tone: “Listen, this that worries you…Would you like to know what I would do? If you want to know my opinion, you know that you can always ask me.”
Use open-ended questions and show curiosity about what adolescents think to avoid answers like “yes,” “no,” or “I do not know.”
What do you think about smoking? What do you think about abortion? What would you do if you were in the same situation? If a teenager says, “I do not know,” you can tell them that if they ever have doubts, they can always ask you.
As adults we have the ability to provide a safe learning and exploration space for our adolescents. Remember that positive communication is possible but may require some extra effort.
Cuando se trata de adolescentes, los padres y/o cuidadores tienden a sentir un alto nivel de ansiedad respecto a como establecer y mantener la comunicación con los jóvenes, sin abandonar o comprometer el rol de guiadores. Es común que los adultos suelan temer que pierden el control al permitir una mayor autonomía a los jóvenes. En un esfuerzo desesperado por controlar la situación, los adultos terminan usando métodos de corrección como gritar, reprimir, criticar, insultar y golpear, lo cual a la larga solo fomenta el aislamiento social y la extinción de la comunicación.
La buena noticia es que los adolescentes aprenden a través de la observación directa. Esto significa que los guiadores pasan a ser el modelo a copiar. Esto permite modelar un tipo de comunicación que refuerza la confianza y fortalece la relación con los adolescentes. La comunicación se promueve en espacios de expresión y comienza con una amplia actitud de respeto y aceptación de la autonomía e individualismo que los jóvenes, naturalmente desean desarrollar durante esta etapa de transición.
Consejos para mejorar la comunicación con los adolescentes creando un espacio seguro de expresión, respeto y aceptación:
Haz preguntas que sean de interés para el adolescente y no necesariamente que sean de interés para ti.
Si ellos te dijeran “mami, me encantó la clase de canto que tomé hoy.” En vez de responder con: “¿Vez? ¡Te dije que te gustaría! Me hubieras escuchado antes. Asegúrate que no repruebes la clase” Lo que puedes decir es: “¡Guau, que bueno escuchar que disfrutaste la clase! ¿Qué fue lo que más te gustó?” Este tipo de respuesta demuestra una actitud de reconocimiento, aceptación y refuerza que el adolescente regrese a platicar con el adulto ya que se modela un alto nivel de interés y respeto.
Evita dar consejos juzgando y usando comparación.
Si tu hijo te escucha decir: “Tal persona empezó a fumar, ¡a ti ni se te ocurra hacerlo!” sin duda alguna, tu hijo escuchará lo que dijiste, pero aprenderá que él también será juzgado y evitará hablar de cualquier conversación referente a estos temas.
Utiliza el modo de conversación bidireccional/mutuo, en el cual cada uno comparte información personal e íntima en un ambiente de aceptación y no de juzgamiento.
En vez de crear conversaciones de tipo interrogatorio o de demandar información: ¿Qué comiste? ¿Hiciste la tarea? ¿Por qué no has hecho lo que te dije?, puedes optar por contarle acerca de lo que te pasó en tu trabajo o algún problema que tuviste con tu amigo. De esta manera los haces partícipes de tu vida. Además, puedes preguntarles por sus consejos u opiniones. El adolescente pensará que, si su opinión es importante para su padre, entonces la opinión de su padre también será valiosa para él/ella. Modelarás indirectamente que ellos también puedan acudir a ti para un consejo.
Trata de dar menos consejos y pregunta si los quieren.
El propósito aquí es que les ayudes a desarrollar la autoreflexión y motivación a pensar por sí mismos. Utiliza un tono suave: “Oye, esto que te preocupa, ¿quisieras saber que haría yo? Si deseas platicar y saber mi opinión, sabes que puedes preguntarme.”
Utiliza preguntas de final abierto y muestra curiosidad acerca de lo que ellos piensan para así evitar respuestas como “sí, no, o no sé”.
¿Qué opinas de fumar? ¿Qué piensas del aborto?
¿Qué harías si estuvieras en la misma situación?
Si responden no sé. Puedes dejarles saber que si alguna vez tienen dudas igualmente pueden preguntarte.
Como adultos tenemos la capacidad de proveer un espacio seguro de aprendizaje y exploración para nuestros adolescentes. Recuerda que la comunicación con ellos es posible.