Tips for Enjoying Cultural Foods

Diet culture has painted a toxic picture that ethnic cuisines are unhealthy. However, eating a diet that honors one’s cultural background and experience is nourishment of both body and soul.

No matter your cultural or ethnic background, food can be a way of connecting with yourself, your family, culture, and traditions. While many are interested in improving overall health and wellness, it leaves people of diverse cultural and ethnic backgrounds questioning how their childhood staples fit into a Western/Americanized idea of healthy food. Here are a few tips to help navigate this world of diet culture and the standard American diet while honoring the foods that give a sense of home and connection.

It’s not one size fits all with our diets and bodies
What we eat, how we look, and what makes us feel good is about as individual as it gets. The idea of “good foods vs. bad foods” leaves many of us feeling lost. Where do rice and beans or plantains fit into a model of health? The standards of beauty do not work for everyone in the same way.

Honor your roots!
Recipes are often passed down through generations, inspiring a sense of connection with those that came before us. This love and history comes through in the foods we eat. Food is best when consumed with family! Whether it’s fried green tomatoes or mangú or tres leches, these special foods often shape people and their relationships with friends and family.

Non-inclusive nutrition diet
People interested in nutrition often limit food choices, but is adhering to such a strict diet the best plan? Restricting your intake by trying to stick to a diet that does not align with your cultural values can cause fatigue, mindless snacking, cravings, decreased metabolism, stress, and anxiety. Many cultural foods are nutrient-dense and contain fiber, vitamins, and minerals. History and family connections also need to be taken into account. Consistent eating habits, including enjoying cultural foods, can lead to a balanced and rich life.

By TAYLOR LUCAS MS
Nutrition & Dietetics
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Consejos para disfrutar las comidas culturales

La cultura dietética ha pintado un cuadro tóxico de que las cocinas étnicas no son saludables. Sin embargo, comer una dieta que honre nuestra cultura es alimento tanto para el cuerpo como para el alma.

Independientemente de tu origen cultural o étnico, la comida puede ser una forma de conectarte contigo mismo, tu familia, cultura y tradiciones.
Si bien muchos están interesados ​​en mejorar la salud y el bienestar, las personas de distintas culturas y étnias se preguntan cómo los alimentos básicos de su infancia encajan en una idea occidental/americanizada de alimentos saludables. Aquí hay algunos consejos para ayudarte a navegar este mundo de la cultura de la dieta mientras respetando los alimentos que dan una sensación de hogar y conexión.

No hay una talla única para nuestras dietas y cuerpos.
Lo que comemos, como nos vemos y lo que nos hace sentir bien es muy personal en cada persona. La idea de “alimentos buenos versus alimentos malos” deja a muchos sintiéndose perdidos. ¿Dónde encajan el arroz, los frijoles o los plátanos en un modelo de salud?
Los estándares de belleza no funcionan para todos
de la misma manera.

¡Honra tus raíces!
Las recetas a menudo se transmiten de generación en generación, inspirando un sentido de conexión con aquellos que les precedieron. Este amor e historia se manifiesta en los alimentos que comes. ¡La comida es mejor cuando se consume en familia! Ya sean tomates verdes fritos, mangú o tres leches, estos alimentos especiales a menudo dan forma a las personas y sus relaciones con amigos y familiares.

Dieta de nutrición no inclusiva
Las personas interesadas en la nutrición a menudo limitan las opciones de alimentos, pero ¿es el mejor plan seguir una dieta tan estricta? Limitar tu consumo tratando de apegarte a una dieta que no se alinea con tus valores culturales puede causar fatiga, antojos, disminución del metabolismo, estrés y ansiedad. Muchos alimentos culturales son ricos en nutrientes y contienen fibra, vitaminas y minerales. La historia y las conexiones familiares también deben tenerse en cuenta. Los hábitos alimentarios constantes, incluido el disfrute de los alimentos culturales, pueden conducir a una vida rica y equilibrada.